Saturday, December 27, 2014
ERES LO MEJOR DE MI VIDA
Wednesday, December 24, 2014
EL AMOR LA VERDAD
Monday, December 15, 2014
CARTA DE DIOS
Sunday, December 14, 2014
CARTA A SATANAS
Thursday, December 11, 2014
ERES MI VIDA
Wednesday, December 3, 2014
HOY TE AMO
Saturday, November 29, 2014
A MI FAMILIA CON AMOR
Wednesday, November 26, 2014
JESUS NOS ESPERA EN EL CIELO
Tuesday, November 25, 2014
ORACION A LA CRUZ
Oh Santa Cruz! Madero Hermoso en donde murió mi Señor para darme eterna luz y librarme del contrario, ante ti me humillo y reverente imploro a mi Señor Jesucristo que por los padecimientos que sobre ti recibió en su Santísima Pasión me conceda los bienes espirituales y corporales que me convengan. Elevada ante el mundo, eres faro luminoso que congregas a tu rededor a la cristiana grey para entonar cantos de Gloria al Cristo Rey, al Dios Hombre que siendo dueño de todo lo creado, permitió ser crucificado sobre Ti para la redención del genero humano. Sobre ti se operó el asombroso misterio de la redención del mundo, desde entonces libra al cristiano de la culpa original, puede llamarse Hijo de Dios Eterno y aspirar a la gloria celestial. Bendita seas! por los siglos de los siglos, fuiste entre los paganos signo de valor y afrenta y hoy eres emblema del cristiano y esperanza para ser perdonado por el sublime sacrificio de mi Señor Jesucristo, a quien esperamos servir y honrar por toda la eternidad. Amen ¡Santa Cruz de mi Jesús, que expiró para darnos luz, yo te doy mi reverencia, oh preciosa y Santa Cruz!. El camino que nos marques en el mundo seguiremos, que a la Cruz siempre abrazados con su signo venceremos. A tus plantas hoy me encuentro, mi Divino Redentor. Haz que con su santa paciencia, carguen en el mundo mi Cruz. Oh Dios Omnipotente que sufriste en la Cruz la muerte, para redimirnos de nuestros pecados. Oh Santa Cruz de Jesucristo, sé mi verdadera luz. Oh Santa Cruz de Jesucristo, ten piedad de mí. Oh Santa Cruz de Jesucristo, sé mi esperanza. Oh Santa Cruz de Jesucristo, aleja de mí todo temor a la muerte. Oh Santa Cruz de Jesucristo, derrama en mi alma el bien. Oh Santa Cruz de Jesucristo, aleja de mi todo mal. Oh Santa Cruz de Jesucristo, hazme entrar en el camino de la salvación. Oh Santa Cruz de Jesucristo, presérvame de todos los accidentes, temporales y corporales para que pueda adorarte siempre, así como a Jesús Nazareno a quién imploro para que tenga piedad de mí. Haz que el espíritu maligno visible o invisible huya de mi por todos los siglos de los siglos. Amén. En honor de la preciosa Sangre de Jesucristo y de su penosa muerte, en honor de su Resurrección y de su Encarnación Divina, por medio de la cual puede conducirnos, a la vida eterna: que así como es cierto que Jesucristo nació en Navidad, que fue Crucificado en Viernes Santo, que José y Nicodemus quitaron a Jesucristo de la Cruz y que Jesucristo subió al cielo, que así se digne libertarme de los ataques de mis enemigos, tanto visibles como invisibles desde hoy y por los siglos de los siglos. Amén. Dios Todopoderoso, entre tus manos entrego mi alma, Jesús, María, José, Ana y Joaquín. Jesús mío, por la amargura que sufriste por mí en la Santa Cruz, principalmente cuando Tu Alma tan sagrada se separó de Tu Cuerpo, ten piedad de mi alma cuando se separe de este mundo. ¡Oh Jesús! concédeme el valor necesario para soportar mi cruz a imitación Tuya, enséñame a llevar con paciencia todos los sufrimientos, que mi temor a ellos se convierta en virtud. Que la Omnipotencia del Padre se digne de cubrirme con la sabiduría del Espíritu Santo. Dígnate recibirme y conducir mi alma a la vida eterna. Amén
Monday, November 24, 2014
ORACION A LOS PADRES
Thursday, November 20, 2014
ORACION
Wednesday, November 19, 2014
PARA MI ESPOSA
Tuesday, November 18, 2014
PARA EL AMOR DE MI VIDA MI HIJA
Monday, November 17, 2014
POR QUE TE AMO
PERDONAME
Sunday, November 16, 2014
PARA MI ESPOSA
PARA MI MADRE
Saturday, November 15, 2014
PARA MI PADRE AMADO
EL AMOR
Friday, November 14, 2014
ORACION DE UNA MADRE
Thursday, November 13, 2014
FRASES DE LA MADRE TERESA
Wednesday, November 12, 2014
EL PECADO Y LA DIGNIDAD
SEAMOS COMO LOS APOSTOLES
LECTURA BILBLICA DEL DIA
Tuesday, November 11, 2014
VIRGEN DE GUADALUPE MADRE DE JESUS
Oración a la Virgen de Guadalupe ¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro. Madre de misericordia, Maesta del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores. Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra. Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los Obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas. Contempla esta inmensa mies, y intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorga abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios. Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos. Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a él, mediante la confesión de nuestras culpas y pecados en el Sacramento de la Penitencia, que trae sosiego al alma. Te suplicamos, que nos concedas un amor muy grande a todos los santos Sacramentos, que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra. Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de odios podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. Oración a la Virgen de Guadalupe
Monday, November 10, 2014
PARA MI AMADA
Saturday, November 8, 2014
POEMA A JESUS
Predicó siempre el perdón nunca devolvió una ofensa había magia en su presencia y era puro corazón. Sabía que era Dios pero fue hombre primero trajo la Gracia a este suelo y a todos brindó su amor. Hizo lo que un hombre hace: amó, sufrió y trabajó pasó frio y pasó hambre como todo hombre murió. Murió y resucitó venció el dolor y la muerte no hay razón por qué temerles solo agradecer a Dios. Por haberse hombre hecho y ser como tú y yo ejemplo humano nos dió marcando el sendero cierto. Camino Verdad y Vida ejemplo de compasión su amor fue sin condición y el perdón su gran consigna Ese hombre un día marcó los destinos de esta vida.
Friday, November 7, 2014
DIOS SIEMPRE PERDONA NO CODENA
Thursday, November 6, 2014
A NUESTRA MADRE DE GUADALUPE
A La Virgen de Guadalupe Que florezcan bendiciones sobre el mundo Madre Santa como hermosas se grabaron sobre ese sagrado manto tantas flores que mostraron tu cariño maternal y santo. Oye todas las peticiones que el alma sincera clama cubre las necesidades de los que tienen carencias y tantas calamidades; llegue a todos tu presencia. A todos nos hace falta tu cariño celestial esa que tierna mostraste al escogido Juan Diego tocándole su corazón de manera tan especial. Por eso Madre te ruego con toda sinceridad llénanos de tu bondad, de tu amor y protección y cobija a cada niño con tu infinto cariño.
LA VIRGEN MARIA MADRE DEL AMOR
Entre los muchos títulos con los que nos referimos a María está el de Madre del Amor hermoso. Es la Madre de Cristo, la Madre de Dios. Y Dios es amor. Dios quiso, sin duda, escogerse una Madre adornada especialmente de la cualidad o virtud que a Él lo define. Por eso María debió vivir la virtud del amor, de la caridad en grado elevadísimo. Fue, ciertamente, uno de sus principales distintivos. Es más, Ella ha sido la única creatura capaz de un amor perfecto y puro, sin sombra de egoísmo o desorden. Porque sólo Ella ha sido inmaculada; y por eso sólo Ella ha sido capaz de amar a Dios, su Hijo, como Él merecía y quería ser amado. Fue ese amor suyo un amor concreto y real. El amor no son palabras bonitas. Son obras. “El amor es el hecho mismo de amar”, dirá San Agustín. La caridad no son buenos deseos. Es entrega desinteresada a los demás. Y eso es precisamente lo que encontramos en la vida de la Santísima Virgen: un amor auténtico, traducido en donación de sí a Dios y a los demás. María irradiaba amor por los cuatro costados y a varios kilómetros a la redonda. La casa de la sagrada familia debía estar impregnada de caridad. Como también su barrio, el pueblo entero e incluso gran parte de la comarca... Las hondas expansivas del amor, cuando es real, se difunden prodigiosamente con longitudes insospechadas. El amor de la Virgen en la casa de Nazaret, como en las otras donde vivió, haría que allí oliese de verdad a cielo. Ese gran amor de esposa, de madre, de amiga que se respiraba en torno suyo, estaba entretejido con mil y un detalles. Con qué sonrisa y ternura abriría la Santísima Virgen cada nuevo día de José y del niño con su puntual y acogedor “buenos días”; y de igual modo lo cerraría con un “buenas noches” cargado de solicitud y cariño. Cuántas agradables sorpresas y regalos aguardaban al Niño Dios detrás de cada “feliz cumpleaños” seguido del beso y abrazo de su Madre. Cómo sabía Ella preparar los guisos que más le agradaban a José; y aquellos otros que le encantaban al niño Jesús. Qué bien se le daba a Ella eso de tener siempre limpia y arreglada la ropa de los dos hombres de la casa. Con cuánta atención y paciencia escucharía las peripecias infantiles que le contaba Jesús tras sus incansables aventuras con sus amigos; y también los éxitos e infortunios de la jornada carpintera de José. Cuántas veces se habrá apresurado María en terminar las labores de la casa para llevarle un refrigerio a su esposo y echarle una mano en el trabajo. Era el amor lo que transformaba en sublimes cada uno de esos actos aparentemente normales y banales. Donde hay amor lo más normal se hace extraordinario y no existe lo banal. En María ninguna caricia era superficial o mecánica, ningún abrazo cansado o distraído, ningún beso de repertorio, ninguna sonrisa postiza. “En Ella -afirma San Bernardo- no hay nada de severo, nada de terrible; todo es dulzura”. Todo lo que hacía estaba impregnado de aquella viveza del amor que nunca se marchita. ¡Qué mujer tan encantadora la Virgen! ¡Qué madre tan cariñosa y solícita! ¡Qué ama de casa tan atenta y maravillosa! No sería tampoco difícil encontrar a María en casa de alguna vecina. Hoy en la de una, más tarde o mañana en la de otra. Porque a la una le han llovido muchos huéspedes y la Virgen intuye que allí será bienvenida una ayudita en el servicio. Porque la otra está enferma en cama y, con cinco chiquillos sueltos, la casa necesita no una sino dos manos femeninas que pongan un poco de orden. Porque a la de más allá le llegó momento de dar a luz y la Virgen quería estarle cerca y hacerle más llevadero ese trance que para Ella, en su momento y por las circunstancias, fue bastante difícil. Y todo eso lo adivinaba e intuía Ella y se adelantaba a ofrecerse sin que nadie le dijera o pidiera nada. ¡Qué corazón tan atento el suyo! En fin, que no era raro el día en que la Virgen prepararía y serviría no una sino dos o más comidas. No era desusual que además de ordenar y limpiar en su casa, lo hiciese en alguna otra de la vecindad. Como no era tampoco extraño comprobar que entre la ropa que Ella dejaba como nueva en el lavadero del pueblo, había prendas demás; y a veces muchas... Ni siquiera debió ser insólito sorprender a María consolando y aconsejando a una coterránea que había reñido con su esposo; o visitando y atendiendo, en las afueras de la aldea, a los indeseables leprosos; o dando limosna a los pobres, aun a costa de estrechar un poco más la ya apretada situación económica de su hogar. Todo eso lo aprendió y practicó María desde niña. La Virgen estaba habituada a preocuparse de las necesidades de los demás y a ofrecerse voluntariosa para remediarlas. Sólo así se comprende la presteza con la que salió de casa para visitar a su prima Isabel, apenas supo que estaba encinta e intuyó que necesitaba sus servicios y ayuda. Su exquisita sensibilidad estaba al servicio del amor. Da la impresión de que llegaba a sentir como en carne propia los aprietos y apuros de todos aquellos que convivían junto Ella. Por eso no es de extrañar que en la boda aquella de Caná, mientras colaboraba con el servicio, percibiera enseguida la angustia de los anfitriones porque se había terminado el vino. De inmediato puso su amor en acto para remediar la bochornosa situación. Ella sabía quién asistía también al banquete. Tenía muy claro quién podía poner solución al asunto. Ni corta ni perezosa, pidió a Jesús, su Hijo, que hiciera un milagro. Y, aunque Él pareció resistirse al inicio, no pudo ante aquella mirada de ternura y cariño de su Madre. El amor de María precipitó la hora de Cristo. El amor de María no conoció límites y traspasó las fronteras de lo comprensible. Ella perdonó y olvidó las ofensas recibidas, aun teniendo (humanamente hablando) motivos más que suficientes para odiar y guardar rencor. Perdonó y olvidó la maldad y crueldad de Herodes que quiso dar muerte a su pequeñín. Perdonó y olvidó las malas lenguas que la maldecían y calumniaban a causa de su Hijo. Perdonó y olvidó a los íntimos del Maestro tras el abandono traidor la noche del prendimiento. Perdonó y olvidó, en sintonía con el corazón de Jesús, a los que el viernes Santo crucificaron al que era el fruto de sus entrañas. Y también hoy sigue perdonando y olvidando a todos los que pecando continuamos ultrajando a su divino Jesús. ¡Cuánto tenemos nosotros que imitar a nuestra Madre! Porque pensamos mucho más en nosotros mismos que en el vecino. A nosotros nos cuesta mucho estar atentos a las necesidades de los demás y echarles una mano para remediarlas. Nosotros no estamos siempre dispuestos a escuchar con paciencia a todo el que quiere decirnos algo. Nosotros distinguimos muy bien lo que “en justicia” nos toca hacer y lo que le toca al prójimo, y rara vez arrimamos el hombro para hacer más llevadera la carga de los que caminan a nuestro lado. Nosotros en vez de amor, muchas veces irradiamos egoísmo. En vez de afecto y ternura traspiramos indiferencia y frialdad. En vez de comprensión y perdón, nuestros ojos y corazón despiden rencor y deseo de venganza. ¡Qué diferentes a veces de nuestra Madre del cielo! María, la Virgen del amor, puede llenar de ese amor verdadero nuestro corazón para que sea más semejante al suyo y al de su Hijo Jesucristo. Pidámoselo.
Wednesday, November 5, 2014
ORACION A LA SAGRADA FAMILIA
ORACION A LA VIRGEN DE GUADALUPE
Acuérdate, oh misericordiosísima Virgen de Guadalupe, que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro ha sido abandonado por tí. Animado con esta confianza a tí acudo, Oh Virgen Madre! y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana. No deseches Oh Madre de Dios! mis humildes súplicas, antes bien inclina a ellas tus oídos y dignate atenderlas favorablemente. Amén. Cinco Ave Marías...in gratitude por las cuatro apariciones a Juan Diego y una a Juan Bernardino. OraciónOh Virgen Inmaculada! Escucha la oración que te dirigimos y preséntala a tu Hijo Jesús. Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestro pueblo. Queremos ser totalmente tuyos y fieles siempre a Jesucristo en su Iglesia. Virgen de Guadalupe, bendice a nuestras familias. Compadécete de nosotros y guíanos siempre a Jesús. Y así, libres de todo mal, podremos llevar a los demás la alegría y la paz que sólo pueden venir de tu Hijo Jesucristo. Amén. Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria...en agradecimiento por el milagroso Retrato, milagro y continuo testimonio. OraciónOh Purísima Virgen de Guadalupe alcánzame de tu Divino Hijo el perdón de mis pecados, bendición para mi trabajo, remedio a mis enfermedades y necesidades y todo lo que tu creas conveniente pedir para mi y mi familia. Oh Santa Madre de Dios! no desprecies las suplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes líbranos de todos los peligros. Oh Virgen llena de gloria y bendición! Por Cristo Nuestro Señor, Amén. Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria...en agradecimiento por el milagroso Retrato, milagro y continuo testimonio. OraciónSanta María de Guadalupe, Mística Rosa, intercede por la Iglesia, protege al Soberano Pontífice, oye a todos los que te invocan en sus necesidades. Así como pudiste aparecer en el Tepeyac y decirnos: "Soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios", alcánzanos de tu Divino Hijo la conservación de la Fe. Tu eres nuestra dulce esperanza en las amarguras de esta vida. Danos un amor ardiente y la gracia de la perseverancia final. Amén. Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria...en agradecimiento por el milagroso Retrato, milagro y continuo testimonio. OraciónVirgen Santísima de Guadalupe, Madre de Dios, Señora y Madre nuestra! Venos aquí postrados ante tu santa imagen, que nos dejaste estampada en la tilma de Juan Diego, como prenda de amor, bondad y misericordia. Aún siguen resonando las palabras que dijiste a Juan con inefable ternura: "Hijo mío queridísimo, Juan a quien amo como a un pequeñito y delicado," cuando radiante de hermosura te presentaste ante su vista en el cerro del Tepeyac. Haz que merezcamos oír en el fondo del alma esas mismas palabras. Sí, eres nuestra Madre; la Madre de Dios es nuestra Madre, la mas tierna, la mas compasiva. Y para ser nuestra Madre y cobijarnos bajo el manto de tu protección te quedaste en tu imagen de Guadalupe. Virgen Santísima de Guadalupe, muestra que eres nuestra Madre. Defiéndenos en las tentaciones, consuélanos en las tristezas, y ayúdanos en todas nuestras necesidades. En los peligros, en las enfermedades, en las persecuciones, en las amarguras, en los abandonos, en la hora de nuestra muerte, míranos con ojos compasivos y no te separes jamás de nosotros. Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria...en agradecimiento por el milagroso Retrato, milagro y continuo testimonio.
Tuesday, November 4, 2014
LA CONFESION
La Confesión Dios, lo que más quiere es que después de esta vida vayamos a gozar con Él en el cielo. Por desgracia los hombres a veces desobedecemos a Dios y hacemos el mal; cada vez que pasa esto perdemos la oportunidad de ir al cielo. Pero Dios ama a sus hijos con un amor tan grande, que quiso dejarles un medio para que pudieran pedirle perdón. Esto que nos dejó es: EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN. LA CONFESIÓN ¿ QUÉ ES LA CONFESIÓN ? - Cuando pecas pierdes la amistad con Dios y se te cierran las puertas del cielo. - La CONFESIÓN es el sacramento que TE DA EL PERDÓN DE LOS PECADOS que has hecho, reconciliándote con Dios ¿ CUÁNDO EMPEZÓ LA CONFESIÓN ? El mismo día en que resucitó entre los muertos, Jesús nos dejó el sacramento de la Confesión. - En la tarde del domingo de resurrección, Jesús se apareció a sus apóstoles y les dijo: ¨ Como me envió mi Padre, así les envío yo. Reciban el Espíritu Santo, a quien les perdonen los pecados, les serán perdonados; y a los que nos se los perdonen, no les seràn perdonados ¨ - Como ves, Jesús mismo diò a los sacerdotes el ¨poder¨ para perdonar los pecados. - Algunas personas de sectas dicen que no se necesita confesarse con el sacerdote, que sólo hay que pedir perdón a Dios directamente. No te dejes confundir, esto no es cierto. En este evangelio ( Jn 20,19-23) vemos muy claro que Cristo da a sus apóstoles ( los primeros sacerdotes ) el poder de perdonar los pecados y no dice que cada persona pida perdón a Dios directamente para que se le perdonen.- Para saber como se hace una confesión, lo primero que hay que entender es: ¿ QUÉ ES PECAR ? - Pecar es HACER EL MAL , desobedecer a Dios y ofenderlo. - ¿ Y cómo se cuándo peco ? Pues pecas cuando no cumples los diez mandamientos de Dios. Estos mandamientos acuérdate que te los explicamos en el folleto número 4 y son: 1) Amarás a Dios sobre todas las cosas. 2) No jurarás el nombre de Dios en vano. 3) Santificarás las fiestas. 4) Honrarás a tu padre y a tu madre. 5) No matarás. 6) No cometerás actos impuros. 7) No robarás. 8) No mentirás. 9) No consentirás pensamientos ni deseos impuros. 10) No desearás los bienes ajenos. - Los pecados, según lo graves que sean pueden ser: pecados mortales o pecados veniales. ¿ QUÉ ES UN PECADO MORTAL ? - Para que un pecado sea mortal, debe cumplir tres condiciones: 1) Que el pecado sea GRAVE, o sea, grande. 2) Que el pecador SEPA que eso que va a hacer ¨es pecado¨. 3) Que a pesar de saber que eso es pecado, decida hacerlo. ¿ QUÉ ES UN PECADO VENIAL ? - Es hacer un pecado pequeño, una falta leve contra la ley de Dios. - Pongamos un ejemplo: una persona que dice una mentira grande que va a hacerle mucho mal a otra persona, y lo hace sabiendo que mentir es pecado, comete un pecado mortal. Una persona que dice una mentirita pequeña comete un pecado venial. Mentir es siempre pecado, pero hay de mentiras a mentiras ¿no? - ¿ Qué pecados deben confesarse ? Deben confesarse todos los pecados mortales que no se hayan confesado antes. - ¿ Es necesario confesar los pecados veniales? Según el Catecismo no es necesario, bastaría con pedir perdón a Dios, pero la Iglesia nos recomienda confesarlos, porque cada vez que nos confesamos recibimos una GRACIA ESPECIAL, una ayuda de Dios para no volver a caer. ¿ CÓMO DEBE HACERSE LA CONFESIÓN ? - Para confesarse hay que hacer varias cosas que te iremos explicando cada una : 1) Hacer un EXAMEN DE CONCIENCIA. 2) LA CONTRICIÓN. 3) EL PROPÓSITO DE ENMIENDA. 4) LA CONFESIÓN DE LOS PECADOS. 5) La PENITENCIA. 6) RECIBIR LA ABSOLUCIÓN del padre. 1) EL EXAMEN DE CONCIENCIA - Lo primero que hay que hacer es PENSAR EN QUÉ PECADOS HAS COMETIDO desde la última vez que te confesaste. A esto se le llama hacer un examen de conciencia. 2) LA CONTRICIÓN - Esto significa que tú pecador sientas en tu alma un verdadero DOLOR por haber cometido ese pecado y haber ofendido a Dios. Contrición significa arrepentimiento. - Recuerda que no hay pecado, por grande que sea, que no pueda ser perdonado si te acercas a la misericordia de Dios con un corazón arrepentido. - Para que el arrepentimiento sea perfecto, debes pensar que te arrepientes de tus pecados PORQUE AMAS A DIOS y no por miedo a irte al infierno. 3) PROPÓSITO DE ENMIENDA - Se necesita también que tengas la intención firme de NO VOLVER A COMETER ESE PECADO. La persona que se confiesa con la idea de que va a volver a hacer ese pecado y no le importa (pues al fin, se vuelve a confesar), no tiene verdadero arrepentimiento. 4) CONFESAR LOS PECADOS - Es decirle al padre los pecados, sin darle vueltas, tratando de ser claro y no olvidando ninguno. - No tengas pena ni miedo, recuerda que el padre representa a Jesús; es Jesús quien te ama, te escucha y te perdona. Y recuerda que después de la confesión tendrás de nuevo la amistad con Dios y podrás vivir más cerca de El. 5) LA PENITENCIA - Es lo que el padre le dice que debe hacer, al que se confiesa, para reparar el daño que hizo por su pecado. La mayoría de las veces el padre te deja de penitencia unas oraciones, otras te puede pedir que hagas algo para componer el mal que hiciste, por ejemplo regresar lo robado, o decir la verdad al que le mentiste. Esto último, se llama reparar el pecado. 6) LA ABSOLUCIÓN - Al terminar la confesión el padre te da la absolución, o sea, el PERDÓN de tus pecados diciendo: ¨ Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo¨ y hace la señal de la cruz sobre tu persona